Historias de experiencias

3-4 minutos

Una excelente manera de motivar a su hijo a leer, o a escucharlo leer en voz alta, es escribir juntos historias de experiencias.  

Quizás te estés diciendo a ti mismo...

  1. No sé cómo escribir una historia

  2. ¿Cómo puede un niño que no sabe leer escribir un cuento? 

La verdad es que los cuentos de experiencias ayudan a los niños a aprender a leer (y a aprender la estructura de una narración) porque conocen los acontecimientos de la historia.  Ayudan a los niños a desarrollar habilidades de lenguaje oral y escrito porque las historias son profundamente personales y significativas.

Las historias de experiencias pueden darles práctica para comprender una historia mientras trabajan en habilidades como decodificar (aprender a leer traduciendo las letras en sonidos y palabras) y ayudarlos a desarrollar fluidez.

¿Qué es una historia de experiencia?❓

Las historias de experiencias son literalmente historias extraídas de las propias experiencias de tus hijos, de ahí su pegadizo nombre. A diferencia de los libros de cuentos o los textos de clase, estas historias se basan en eventos y actividades de la vida real de tus hijos, lo que los hace altamente identificables.

Estas historias son sencillas, breves y, a menudo, están escritas en primera persona, lo que ayuda a los niños a conectar la palabra escrita con sus propias vidas. Los maestros o los padres generalmente escriben estas historias, a menudo con la opinión del niño, y luego las usan como material de lectura.  

Este enfoque está respaldado por investigaciones que muestran que los niños están más motivados para leer cuando pueden conectar el contenido con sus propias vidas.

Cualquier actividad es un buen material para una historia de experiencia (un viaje al zoológico, una salida al supermercado, una visita a los amigos), todas ellas son un buen material para una historia de experiencia.

Cualquier cosa que hayas hecho en un día cualquiera puede convertirse en una historia de experiencia.

Todo lo que necesitas hacer es contar la aventura. Escríbelo y pídele a tu hijo que complete los espacios en blanco.

Construyendo una historia 🏗️

Hoy fuimos al _______________.  Vimos ________________.  Eran _____________ y ​​_______________. 

Piense en todos los ejemplos que funcionan en este andamiaje básico.  

Fuimos al zoológico. Vimos un elefante. Era grande y ruidoso. 🐘

Fuimos a la tienda. Vimos fruta. Era roja y amarilla. 🍎🍌

Fuimos al parque. Vimos amigos. Hacía calor y era divertido. ☀️  

Por supuesto, la historia puede ser un poco más complicada que estas tres frases, pero la premisa básica sigue siendo válida. Si quieres probarlo, sigue este proceso.

Pasos de la historia 👣

Crear una historia de experiencia es fácil. No es necesario ser un profesional y no se requieren herramientas especiales. Simplemente sigue estos pasos. 

  1. Elige un evento memorable: Pídele a tu hijo que seleccione algo memorable y reciente. Podría ser una salida familiar, una visita a casa de un amigo, una actividad escolar o incluso hornear galletas juntos. 

  2. Habla sobre el evento: Habla sobre el evento e invita a tu hijo a recordar los detalles.  Haz preguntas sobre quién, qué, dónde y cuándo. Invítalos a describir la experiencia, incluyendo cómo se sintieron y cualquier cosa que fuera importante. Pídeles que utilicen detalles sensoriales: ¿cómo se veían, olían, sonaban, se sentían o sabían las cosas? Esta conversación ayudará a los niños a desarrollar habilidades del lenguaje oral que son cruciales para la alfabetización. 

  3. Escriban la historia juntos: A medida que el niño cuenta la historia, tú la escribes en oraciones simples.  Pídeles detalles sensoriales para desarrollar las descripciones. Ayuda a darle forma a la historia incluyendo palabras como primero, después, luego y finalmente para ayudar al lector emergente a comprender la cronología y la estructura de la narrativa. Esta escritura colaborativa ayuda a los niños a comprender la relación entre el lenguaje oral y escrito. También sienten una sensación de logro.

  4. Lee y revisa: después de escribir la historia, léela junto con el niño. Esta repetición refuerza la conexión entre el lenguaje hablado y escrito. También puedes animar al niño a que ilustre la historia o incluso la represente. La repetición refuerza el aprendizaje y mejora la fluidez lectora. Puedes señalar las palabras mientras lees y puedes hacer una pausa en las palabras, pidiéndole a tu hijo que las “lea”. Es posible que no sepan cómo decodificar la palabra, pero es posible que las recuerden porque las proporcionaron para la historia. Esta experiencia de lectura compartida les ayudará a involucrarse con el libro y les dará una sensación de logro y conexión con la historia.

  5. Crea una colección: con el tiempo, recopila estas historias en un libro o diario personal. Esto no sólo proporciona una biblioteca cada vez mayor de material de lectura familiar, sino que también le da al niño un sentido de orgullo y propiedad en su aprendizaje.

Fácil ¿verdad? Pruébalo una vez y observa cómo reacciona tu hijo. Quizás te sorprenda de tener un novel autor y que estas historias simples y personales se encuentren entre las más queridas de la biblioteca de tu hogar.

¡Feliz escritura! 💫

Previous
Previous

Historias y valores

Next
Next

Día Internacional de la Alfabetización